Karaoke Fácil

CONVENCER CON LA VOZ

 Por María Beltrán

El lenguaje puede ser abierto y claro pero, quizás el timbre de la voz no convence porque el tono “dice” exactamente lo contrario de lo que se está sosteniendo.

¿Es bueno que el tono exprese sensaciones opuestas a las declaradas? A veces sí, otras no tanto. En principio sería ideal poder reflejar con el sonido y las inflexiones de nuestra voz, las emociones, los pensamientos y las sensaciones... pero pocas veces lo hacemos. ¿Por qué?

Si esta negación expresiva es porque se quieren ocultar emociones o sentimientos que no es oportuno mostrar, o por ejemplo, cuando no se quiere reflejar qué es lo que estamos pensando: no hay conflicto, la contención es voluntaria.

Bloqueos

En cambio, si con nuestra propia voz, no externalizamos matices expresivos porque no podemos o no sabemos cómo hacerlo, significa que hay una barrera expresiva. Convendría inducir un cuestionamiento para detectar las causas del bloqueo.

¿Me lo repite, por favor?

Consideremos otra posibilidad: creemos que nuestro discurso refleja claramente lo que deseábamos transmitir, pero el mensaje parece distorsionado porque la respuesta no es la esperada, porque el mensaje no es entendido por el o los interlocutores, interrumpiendo la fluidez de la comunicación.

El vicio oral

La distorsión del mensaje puede generarse por una voz demasiado débil, por mala articulación, poca modulación -a veces no está claro si están preguntándo algo o afirmándolo-. El tono muy grave, oscuro; el seseo, gangueo y tantos vicios orales más o menos inofensivos hacen que, quien nos escuche, no pueda entender correctamente el mensaje.

La voz lo cuenta todo

Toda comunicación, aunque intente ser objetiva, manifiesta aspectos expresivos y subjetivos de quien tiene la palabra. La inseguridad o falta de solvencia del orador respecto al tema del discurso, acentúa el nerviosismo. Las frases comienzan a tomar velocidad, y esta aceleración de la frase conduce muchas veces, a una involuntaria elevación del tono, trabuca el orden del discurso, se adelantan las palabras que pensábamos decir… ¡pero no todavía!,

Inoportuno lapsus

Suele hacer su aparición el indiscreto lapsus linguae dejando escapar justo la palabra que queríamos ocultar.

Ante ese colapso, lo último que se nos ocurre es hablar con voz agradable, templada, resonante.

Escucharse

Hay muchas técnicas para resolver la Expresión Oral. Grabar la propia voz y escuchar sin desesperar, volver a grabar… hasta reconocer cómo mejoran las frases. Trabajo, paciencia y buenas técnicas de apoyo. En artículos sucesivos las iré exponiendo y, si os interesa, ofreceremos ejercicios para solventar posibles conflictos o carencias expresivas del lenguaje oral.

Voces diáfanas

Una voz cultivada, libre de vicios, con buena emisión, clara articulación, buen fraseo y correcta dicción, tiene más posibilidades de lograr:

• Una expresión auténtica

• Transmitir la información con exactitud

• Centrar la atención del oyente

• La acentuación justa, lo más importante del mensaje

• Evitar la monotonía del discurso

• Seducir, sugerir, convencer

Nota: Cuando queremos comunicar, el discurso depende de la forma de modular, del estado de ánimo, de la intención confesa u oculta de la idea, de la calidad del tono. Para enriquecer su mensaje, el buen comunicador debe abrir el abanico de las posibilidades expresivas de la voz.